¿Quién no recuerda en su paso por el colegio el aprendizaje de los números romanos? Todos coincidimos que el número cuatro se escribe de la siguiente manera: IV. Cuando hacemos lectura normalmente de material cultural, histórico, educativo o técnico en muchos casos las referencias de las fechas se representan en números romanos y no nos parece ni encontramos nada fuera de lo normal.
Como nosotros somos personas dedicadas al mundo de la relojería, nos gusta mucho apreciar detalles como en el caso de los relojes de pulsera con números romanos. Siempre intentamos comparar y catalogar este tipo de relojes por su grabado en la esfera, el tamaño de los números y la forma especial en cómo se representan. Pero siguiendo un poco más en nuestro entusiasmo por los relojes, no sólo nos decantamos por los relojes de pulsera o de bolsillo, sino que en ocasiones en ciertos viajes, visitas a monumentos etc. nos encontramos con relojes.
Recurriendo a uno de los relojes más emblemáticos y conocidos por todos, el Big Ben de la ciudad de Londres, es bien sabido que su numeración es de tipo romana con unos caracteres muy particulares que resultan curiosos.
Pero en uno de nuestros viajes más recientes nos hemos llevado una grata sorpresa, y para ello no tuvimos que salir de España, simplemente estábamos contemplando el reloj de la Puerta del Sol y vimos que el número 4 está representado por esta cifra IIII. Como diríamos más coloquialmente cuatro palitos, y nuestra curiosidad nos llevó a investigar un poco en el porqué de esta diferencia.
Primero hicimos una revisión del sistema de numeración romano, como se lo utiliza actualmente, el cual realiza el método sustractivo, mediante este sistema el número anterior resta su cantidad al siguiente y no conseguimos detectar ninguna característica técnica que diera una razón.
Revisando en base a información histórica nos encontramos con una reseña en la que relacionan a un monarca con el hecho de que el número 4 en los relojes se escriba III y con los años derivó su uso en el reloj de Puerta del Sol en Madrid. Su explicación está en que durante el año 1370, el relojero Henry de Vick recibió un encargo para realizar el reloj que se colocaría en la torre del Palacio Real de Francia, actualmente se lo conoce como La Conciergerie o el Palais de la Cité. Quien fuera rey en ese entonces, Carlos V de Francia le recriminó al artesano el porqué de haber representado el 4 como IV. El relojero no tuvo muchas explicaciones y le señaló que era así cómo se escribía, pero Carlos V respondió muy enfadado, “El Rey nunca se equivoca”, monarca que por cierto, era apodado como El Sabio. Por tanto debió continuar con la obra y utilizar el número como IIII. Aún no le hemos visitado, pero tenemos referencia precisa que el reloj fabricado por Henry de Vick continúa colocado allí.
Igualmente existe otra teorías, que según una recopilación de información del Instituto Británico de Relojería, este uso tiene su origen en motivos estéticos, ya que los cuatro caracteres IIII crean una simetría visual con su opuesto en la esfera VIII, también de cuatro dígitos, que no consigue el número IV.
A partir de esa experiencia con el reloj de la Plaza del Sol de Madrid, comenzamos a prestar mayor atención a los relojes de numeración romana, y en la reciente colección otoño invierno de relojes Edifice de la firma Casio y nos hemos encontrado con algo que ha despertado un poco más esta curiosidad. Hoy compartimos con nuestros seguidores los siguientes modelos de la colección Casio Edifice Roman Index para Hombre en las siguientes referencias:
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