La empresa Citizen Co., Ltd., con sede en la ciudad de Tokio Japón ha decidido implementar una estrategia multi-marca con el objetivo de ampliar su catálogo de ofertas. Recientemente ha anunciado que está en acuerdo de adquisición de la firma Frederique Constant Holding SA, con sede en Geneva Suiza.
El proceso de la adquisición ya se encuentra en marcha con un plan de negocio a medio plazo, al que lo han denominado «Plan Global Citizen 2018«
Con esto Citizen podrá ofrecer a los consumidores una variedad de productos que van desde relojes accesibles hasta relojes de lujo accesible.
En cuanto al posicionamiento estratégico de Citizen con relación a Japón, es el de obtener ventaja respecto a sus vecinos competidores, como el caso de Seiko y Casio, empresas éstas que se encuentran metidas en la pugna por el sector más lujoso de la relojería con modelos Premium.
Las marcas que Frederique Constante Holding SA ofrece en la fusión son las de Frederique Constant, Alpina, y DeMonaco
Detalles revelados por Citizen
Dentro de las condiciones del acuerdo se fija mantener en sus posiciones a los altos cargos de administración como así también a todo el staff de trabajo.
Consultado el Sr. Toshio Tokura, director ejecutivo de Citizen se ha referido en el siguiente contexto: “Tenemos una gran oportunidad para expandir las ventas de Frederique Constant a través de nuestro canal de distribución actual, sobre todo en Japón y los EE.UU. «
«Con la adquisición de Frederique Constant, se podrá aumentar su cartera de marcas y ocupar el espacio en el mercados en los que algunos de nuestros competidores operar y más ampliar la presencia de la marca Citizen en el mercado.
A su vez los comentarios recogidos de los Señores Aletta y Peter Stas, fundadores de Frederique Constant Holding SA
«Sintiendo un gran compromiso con el Grupo Frederique Constant y su gente, comenzamos a explorar una colaboración potencial para asegurar la compañía más allá de nosotros mismos. Vemos como una gran oportunidad la asociación suiza-japonesa para desarrollar y comercializar relojes de lujo accesibles para el siglo 21 y en adelante”.
Referencia de la Historia de Frederique Constant
Frederique Constant como se encuentra en su estado actual fue establecida en el año 1988. La compañía se ha involucrado en todas las etapas de la producción de relojes, desde el diseño inicial hasta el montaje final y control de calidad. Frederique Constant desarrolla, fabrica y monta en sus instalaciones todas su piezas, ofreciendo 19 versiones diferentes desde 2004. Los relojes Frederique Constant son definidos por su alta calidad, precisión en el diseño, su fabricación y resultan ser de precios accesibles. Consecuentemente la alta valoración se debe a la percepción de la calidad del diseño, materiales y proceso de fabricación lo que en conjunto es un componente clave de su éxito. Cada reloj es ensamblado a mano, empleando la última tecnología en equipos y aplicando amplios controles, para garantizar máxima calidad y durabilidad. La compañía ha experimentado una tasa de crecimiento muy por encima de la media de ésta industria siguiendo la clara misión de hacer relojes finos disponibles para la mayor audiencia posible.
Que se dice a favor y en contra
Citizen con este anuncio está revolucionando al mundo relojero, aunque ya es poseedora de La Joux-Perret (Arnold & Sons) por lo que esta adquisición incrementará considerablemente las conexiones niponas-suizas en el ámbito.
Con esta referencia queda bien definido que no es la primera vez que un gigante asiático de los relojes intenta hacerse con una empresa de alto prestigio del mercado de relojes Suizos, pero si es al momento la transacción de mayor volumen.
Algunos referentes del sector en principio habían pensado que se trababa de una inocentada pero a medida que las noticias se hacían visibles en importantes medios de comunicación internacionales todo pasó a dejar de ser una duda a una firme realidad.
Otros expertos opinan que Citizen ha sabido mover sus fichas correctamente, mientras opuestamente surge el cuestionamiento “¿ A donde irá a parar la relojería Suiza?”
Pues se puede decir que para la industria relojera suiza la noticia no ha sentado tan bien. Los helvéticos no miran con tan buen ojo que las manufacturas y marcas allí afincadas acaben en manos de los japoneses, pensando que podrían poner en peligro su calidad y su renombre.
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